Amanece y sigo orando por amor
Recuerdo los ojos de los hombres que se fueron y los que dejaron el camino abierto.
Aun guardo el poema de mi novio adolecente, la carta de Ernesto, la cinta roja de aquellas rosas que dejó un caminante y hago votos de Fe desafiándo los augurios del tiempo.
En silencio, corto flores de mi jardín amanecedo y releo en el manual de mis antojos inauditos:
Un helado hirviñendo
Un dije de algodón
Un buen amante
Y llega este domingo de misa, de inspiración teológica, de noticias tétricas y pobrezas sin estrategias y acudo al amor como sanación de mis huecos negros dónde habitan seres celestes que me seducen desde una galaxia inerte, más yo:
sigo orando por amor.
Miro al cielo y el Sol rebasa mi luz, pero hurgo en universo buscando algo tangible, cercano, posible, dibujado con mi creyón labial y vivificado en la punta de mi beso:
Un hombre portador del único requisito de mis caprichos inquietantes:
Qué sea buen amante…
!Oh... Dios!... no hablo de sexo,
Hablo de cerrar los ojos para besarme.
Sin prisa después de Alejandro, 17 de junio. 2011
Cuando llueve...
Alstroemerias o el Lirio de Perú
Parecen mariposas, pero son flores silvestre que habitan el desierto de Atacama al norte de Chile, son extraordinariamente bellas y frágiles y raras ya que aparecen cada cinco años -cuando llueve- y duran sólo un día.
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