martes, 13 de septiembre de 2011

Humedades

Oración por un amor 
                           Amanece  y sigo orando por amor


Recuerdo los ojos de los  hombres que se fueron y  los que dejaron el camino abierto.
Aun  guardo el poema de mi novio adolecente, la carta de Ernesto, la cinta roja de  aquellas rosas que dejó un caminante y hago  votos de Fe desafiándo  los augurios del tiempo.

En silencio, corto flores de mi jardín amanecedo y  releo en el manual de mis antojos inauditos:
Un helado hirviñendo
Un dije de algodón
Un buen amante

Y  llega este domingo de misa, de inspiración teológica, de noticias tétricas y  pobrezas sin estrategias y acudo al amor como sanación de mis huecos negros dónde habitan seres celestes que me seducen desde una galaxia inerte, más  yo:
sigo orando por amor.

Miro al cielo y el Sol rebasa mi luz, pero hurgo en  universo buscando algo tangible, cercano, posible, dibujado con mi creyón labial y vivificado en la punta de mi beso:
Un hombre portador del  único requisito de mis caprichos inquietantes:

Qué sea buen amante…
 !Oh... Dios!... no hablo de sexo,
Hablo de cerrar los ojos para besarme. 



Sin prisa después de Alejandro, 17 de junio. 2011







Cuando llueve...


                                         Alstroemerias o el Lirio de Perú
Parecen mariposas, pero son flores silvestre que habitan el desierto de Atacama al norte de Chile, son extraordinariamente bellas y frágiles y raras ya que aparecen cada cinco años -cuando llueve- y duran sólo un día.





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